Se entiende por «Papas Antiguas de Canarias» a los tubérculos de papas pertenecientes a las especies Solanum tuberosum y Solanum chaucha, introducidas en las Islas antes del siglo XX.
El cultivo de este tubérculo en Europa comenzó en nuestras islas alrededor del siglo XVI, con la entrada en el Archipiélago de semillas procedentes de América Latina. Nos convertimos así en un pequeño laboratorio para los nuevos cultivos.
Las papas antiguas tienen su reducto en el norte de Tenerife, en el pago de Icod el Alto, donde se cultivó el tubérculo por primera vez (según cita en un escrito Viera y Clavijo en el año 1799).
Las distintas variedades se fueron adaptando a las condiciones de las islas y a su abrupta orografía, logrando conservarse hasta hoy, gracias al importante papel de la mujer canaria, responsable de guardar y cuidar las simientes.
Ese legado con denominación de origen protegida (la primera de un tubérculo en España y la segunda en Europa), se cultiva en las zonas volcánicas de medianías situados bajo 1.200 m. sobre el nivel del mar y en las islas de Tenerife, La Palma y Lanzarote.
Las variedades CARA, RED CARA y DRUID, principalmente en los meses de enero y febrero, recolectándose en los meses de mayo y junio, son las más productivas y de mejor calidad gastronómica, al igual que otras muy demandadas como las variedades ROOSTER, KING y ROSADA.
El valor nutricional de la papa cambia según su modo de preparación. Aunque apenas tiene calorías, en 100 gramos de papa se multiplican por 4 si las tomamos fritas (290 kcal), en vez de arrugadas (80 kcal).
Cabe destacar que para obtener el efecto completo de la fibra se debe consumir la papa con cáscara. La fibra insoluble viene de la cáscara, por ello es que no se debe pelar la papa, de esta fibra contribuye a la expulsión de los residuos ayudando a tener evacuaciones intestinales regulares, reduciendo así el riesgo de hemorroides e inflamaciones digestivas.
Además, en 100 gramos de papa con cáscara encontramos:
• 67 calorías
• 2 g de proteínas
• 0.1g de grasas
• 17 g de almidón y fibra
• 75 g de agua
• Además de calcio, hierro, vitamina C, vitamina B6, vitamina D, fósforo, magnesio y potasio.